El Diplomado en Educación en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello (UNAB) surge de una necesidad concreta: entregar herramientas pedagógicas a los profesionales que ejercen como docentes en el ámbito de la salud.
“Este diplomado se creó buscando atender necesidades pedagógicas concretas de los profesores que se desarrollan en el campo de la salud”, explica Raquel Castellanos, directora del programa.
Además, la académica detalla que “aplicamos una encuesta masiva a los profesores de la Facultad de Medicina, recogiendo inquietudes y necesidades particulares. Fue ahí que nos inspiramos en crear un programa orientado a entregar una preparación integral y reforzar valores esenciales para la docencia en ciencias de la salud”.
El Diplomado en Educación en Ciencias de la Salud se organiza en cuatro módulos, los que entregan desde los fundamentos teóricos hasta las herramientas prácticas para enseñar en el ámbito universitario y clínico.
“Los estudiantes adquieren competencias en diseño curricular, elaboración de objetivos de aprendizaje, uso de metodologías activas presenciales y virtuales, y aplicación de evaluaciones auténticas”, explica Castellanos.
Entre las metodologías que los participantes conocen y practican se encuentran:
“Todas las herramientas de enseñanza y evaluación se trabajan vinculadas al ámbito laboral de los participantes, de modo que puedan aplicarlas directamente en sus cursos actuales o futuros”, destaca la directora.
La enseñanza en ciencias de la salud en Chile enfrenta retos permanentes: nuevas patologías, avances tecnológicos y la necesidad de un enfoque humano y diverso en la formación de futuros profesionales.
“Hoy debemos preparar a docentes capaces de enfrentar la incertidumbre, integrar tecnologías pertinentes, atender la multiculturalidad y promover el aprendizaje para toda la vida”, señala Castellanos sobre el diplomado que también fomenta la reflexión crítica y la empatía en la enseñanza.
El diplomado se basa en metodologías activas donde los participantes son protagonistas. “Durante las clases sincrónicas se fomenta la participación constante, el intercambio de experiencias y la construcción colectiva de conocimiento”, explica la directora.
Además, entre las actividades destacan la preparación y dictación de clases, simulaciones clínicas, trabajos grupales y evaluaciones en entornos prácticos. “Esto permite que los estudiantes no solo adquieran herramientas, sino que también demuestren los aprendizajes alcanzados en contextos cercanos a su realidad docente”, agrega.
El Diplomado en Educación en Ciencias de la Salud está dirigido a profesionales y académicos de disciplinas como medicina, enfermería, odontología, kinesiología, nutrición, obstetricia, tecnología médica, psicología, química y farmacia, bioquímica, entre otras.
Al egresar, los participantes se proyectan como docentes innovadores, reflexivos e íntegros. “Queremos formar profesionales que valoren el trabajo en equipo, que enseñen con habilidades de comunicación sólidas y promuevan entornos de aprendizaje de calidad, tanto en el aula como en la práctica clínica”, finaliza Castellanos.