Desde el arte al derecho: conoce la experiencia interdisciplinaria de una estudiante del Magíster en Ciencias Jurídicas de la UNAB.
Camila Sánchez Baeza, licenciada en Teoría e Historia del Arte por la Universidad de Chile y actual encargada de archivo del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), nunca imaginó que su trayectoria laboral la llevaría al mundo del derecho. Sin embargo, su trabajo gestionando derechos de autor, propiedad intelectual y situaciones legales vinculadas al patrimonio artístico la enfrentó a un desafío que no podía resolver solo desde su formación de base. Así fue como decidió estudiar el Magíster en Ciencias Jurídicas de la Universidad Andrés Bello (UNAB), un programa que le permitió ampliar sus competencias y proyectar su carrera hacia nuevas áreas.
“Fue el propio museo el que me llevó a buscar herramientas en las ciencias jurídicas. Comencé a gestionar litigios, contratos y temas de propiedad intelectual, y me di cuenta de que necesitaba una formación sólida en derecho”, recuerda Camila.
Desde siempre, Camila tuvo un fuerte interés por la investigación y la docencia, especialmente enfocada en la historiografía del arte latinoamericano. Además, realizó un diplomado en Gestión Cultural y participó como ayudante y tutora integral en la Universidad de Chile. Pero fue al enfrentarse a situaciones legales concretas en su trabajo donde entendió que debía profundizar en las ciencias jurídicas para complementar su perfil profesional.
“El magíster fue una manera de unir dos mundos que parecían lejanos, pero que se encuentran constantemente: el arte y el derecho. Hoy, gracias a esta formación, puedo comprender mejor los procesos legales que afectan al patrimonio cultural y proyectar nuevas líneas de investigación”, comenta.
El Magíster en Ciencias Jurídicas se imparte en formato online y está diseñado para profesionales que buscan adquirir una sólida base en derecho público, privado e internacional, y desarrollar competencias que les permitan analizar críticamente los desafíos contemporáneos del mundo jurídico. El programa apunta tanto a licenciados y licenciadas en derecho, como a profesionales de otras disciplinas que deseen integrar conocimientos jurídicos a sus áreas de desempeño.
Entre sus principales competencias, los estudiantes fortalecen su capacidad de análisis jurídico, comprensión de la normativa nacional e internacional, gestión de procesos de resolución de conflictos y el uso de herramientas actuales relacionadas con las nuevas tecnologías y los derechos humanos.
Uno de los aspectos que más valora Camila de este magíster es su enfoque internacional y la diversidad de sus docentes. “Tener profesores de España, Argentina y otros países fue fundamental para comprender las similitudes y diferencias entre sistemas jurídicos”, destaca. Además, resalta que muchos de los temas que hoy están en debate en Chile y América Latina, como la corrupción o la protección de derechos humanos, fueron abordados desde una perspectiva comparada, lo que enriqueció su mirada.
“El programa nos permite analizar las ciencias jurídicas no solo desde lo normativo, sino también desde las tensiones y dinámicas sociales que las atraviesan”, afirma.
Aunque inicialmente no era su área de interés, Camila reconoce que los cursos vinculados a derechos humanos y nuevas tecnologías fueron una de las sorpresas más enriquecedoras del magíster. “Poder reflexionar sobre la regulación de temas como la igualdad de género, la inclusión o la prevención de acoso laboral me permitió actualizar mis herramientas como profesional y repensar problemáticas que afectan directamente a las instituciones culturales y sociales”, comenta.
Además, destaca la importancia de la formación recibida sobre la digitalización en el ámbito jurídico. “La tecnología es una gran aliada, pero mal utilizada puede generar interpretaciones erróneas o falsas verdades jurídicas que afecten tanto al trabajo legal como a la percepción pública de la justicia”, advierte.
Consultada sobre si recomendaría este programa, Camila es clara: “Sin duda lo recomiendo. Para mí, que vengo de un área completamente distinta, este magíster me entregó no solo las bases teóricas y prácticas para comprender las ciencias jurídicas, sino también una mirada actualizada sobre el rol que cumple el derecho en los cambios sociales y culturales que vivimos hoy”.
Camila asegura que el programa le permitió proyectar su carrera más allá de lo que imaginaba. “Hoy veo el derecho como un campo que me abre oportunidades tanto en la investigación como en la gestión cultural, y eso es algo que no habría logrado sin esta formación”.