La formación en manejo de drogas vasoactivas es una competencia esencial para todo profesional que trabaja en unidades de cuidado intensivo. Por eso, la Universidad Andrés Bello (UNAB) cuenta con un curso especializado en el manejo de estos fármacos y sus efectos en la fisiología del paciente.
“Estas drogas son herramientas farmacológicas que permiten enfrentar las patologías más graves, porque pueden modificar el gasto cardíaco, generar vasodilatación o vasoconstricción y ajustar la perfusión de los órganos, según el mecanismo de acción de cada una”, explica Sergio Sánchez, director del curso Manejo de Drogas Vasoactivas en Unidades Críticas.
El especialista destaca que en el entorno real de una UCI rara vez se utiliza una sola droga, sino combinaciones de infusiones continuas que interactúan entre sí. Por eso, comprender la mecanística y las interacciones farmacológicas es clave para una práctica clínica segura y efectiva.
Uno de los principales diferenciadores del curso, según su director, es la rigurosidad científica y la experiencia práctica del cuerpo docente. “Hoy existe una gran cantidad de información disponible, pero no toda está soportada por evidencia científica ni tiene validez clínica. Aquí trabajamos con datos y fundamentos sólidos, guiados por profesionales con experiencia real en unidades críticas”, asegura Sánchez.
Con una amplia trayectoria como magíster en farmacología, perfusionista y docente clínico, Sánchez ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de las drogas vasoactivas y su impacto en la hemodinamia.
“No se trata solo de aprender dosis, sino de comprender cómo razonar frente a un paciente crítico, cómo interpretar las variables y cómo intervenir de forma segura”, afirma.
El programa ofrece una ruta clara y progresiva de aprendizaje: Desde la revisión de la fisiología cardiovascular y la farmacodinamia de las drogas vasoactivas, hasta su aplicación práctica en escenarios reales, con contenidos que buscan desarrollar un razonamiento crítico.
“Quien está iniciando encontrará una ruta estructurada para comprender las bases y empezar a manejar estos fármacos de forma segura. Quien ya tiene experiencia adquirirá nuevas herramientas y enfoques que podrá aplicar inmediatamente en su práctica clínica”, destaca el director del curso.

El dominio de las drogas vasoactivas contribuye directamente a una mejor toma de decisiones clínicas y a una mayor seguridad del paciente crítico. Comprender los mecanismos farmacológicos y las respuestas hemodinámicas permite realizar ajustes precisos en la dosis y optimizar las intervenciones terapéuticas.
“El trabajo en unidades críticas es multidisciplinario. Para que el manejo sea seguro y efectivo, los profesionales deben comunicarse con un lenguaje común, basado en ciencia. Cuando todos comprenden desde el mismo marco de conocimiento, las decisiones son más coherentes y se traducen en mayor seguridad para el paciente”, subraya Sánchez.
El curso Manejo de Drogas Vasoactivas en Unidades Críticas está dirigido a profesionales de la salud que buscan fortalecer o especializar su desempeño clínico.
En todos los casos, el propósito es común: mejorar la calidad del cuidado y la seguridad del paciente crítico, a través de un conocimiento profundo, actualizado y aplicable de las drogas vasoactivas.