El rol del Estado está atravesando profundas transformaciones tanto en la organización como en sus relaciones con la sociedad civil, el mundo empresarial y las expectativas de los usuarios. En este sentido, uno de los ejes fundamentales de cualquier proceso de modernización del Estado, radica en la gestión de los servicios públicos, de manera de dirigirla efectivamente al servicio de los usuarios mediante un mejoramiento de la eficiencia, eficacia y calidad de los procesos, para cumplir con la misión institucional otorgando valor público.