El Magíster en Docencia para la Educación Superior de la Universidad Andrés Bello (UNAB) se ha consolidado como un espacio formativo que impulsa una docencia universitaria reflexiva, innovadora y centrada en el aprendizaje.
“Aquí la docencia no se enseña: se vive”, enfatiza Juan Pablo Catalán, académico del Magíster en Docencia para la Educación Superior.
Desde el inicio, el magíster invita a cada estudiante a comprender su rol como diseñador de experiencias de aprendizaje significativas, capaces de responder a la diversidad presente en las aulas universitarias actuales. “La pregunta no es qué contenido debo transmitir, sino qué experiencia de aprendizaje quiero provocar”, afirma el docente.
“Un docente universitario requiere preguntarse constantemente si está generando aprendizaje significativo y si sus evaluaciones ayudan a aprender o sólo a calificar”, señala Catalán sobre los desafíos del sistema educativo chileno respecto a la necesidad de profesionales que combinen experiencia disciplinar, dominio pedagógico, reflexión continua y capacidad de innovación.
Por eso, el programa fortelece en áreas como:
“La innovación deja de ser un PowerPoint bonito y se convierte en una experiencia que transforma la clase y al docente mismo”, destaca Catalán. Por eso, el magíster no solo enseña sobre innovación, sino que la pone en práctica a través de:
A lo largo de la formación, el cambio en los estudiantes se vuelve evidente tanto en su identidad profesional como en su capacidad para diseñar experiencias educativas. “Pasan de diseñar clases a diseñar experiencias; de evaluar para calificar a evaluar para acompañar. Y cuando eso ocurre, sabes que no solo son mejores docentes: son mejores profesionales, más éticos y más humanos”, asegura Juan Pablo Catalán.
Este crecimiento se expresa en tres grandes dimensiones:
En un escenario donde las instituciones requieren fortalecer la calidad de la docencia, el Magíster en Docencia para la Educación Superior se posiciona como una herramienta estratégica.

“No exagero cuando digo que este magíster transforma trayectorias docentes y, con ello, transforma a las instituciones donde esos docentes trabajan”, afirma el académico.
En ese sentido, el docente invita a mirar este programa como un compromiso con la calidad educativa y el impacto social del rol docente:
“No estudien este magíster sólo para mejorar su docencia; estudien este magíster para transformar la experiencia educativa de cientos de estudiantes a lo largo de su vida profesional”.