El director del Diplomado en Kinesiología y Rehabilitación en Unidad de Paciente Crítico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Felipe Castillo, explica la relevancia de la rehabilitación temprana en UCI, sus fundamentos científicos y los desafíos que enfrenta su implementación en el sistema de salud chileno.
La rehabilitación temprana en UCI se ha consolidado como una estrategia fundamental para mejorar la evolución de pacientes críticos. “Previene y atenúa la debilidad adquirida en la UCI, la pérdida rápida de masa y fuerza muscular que comienza en las primeras 48 horas. Además, reduce el delirium, acorta los días de ventilación mecánica y la estancia hospitalaria, mejorando la recuperación funcional y la calidad de vida a mediano y largo plazo”, explica Felipe Castillo, director del Diplomado en Kinesiología y Rehabilitación en Unidad de Paciente Crítico UNAB.
El académico añade que la evidencia científica respalda firmemente esta práctica: “Revisiones recientes reafirman que la movilización temprana —dentro de las primeras 48 a 72 horas— forma parte de estrategias que reducen el delirio y mejoran los desenlaces funcionales, siendo parte fundamental del paquete ABCDEF/ICU Liberation de la Society of Critical Care Medicine”.
Diversos ensayos y estudios sustentan los beneficios de esta intervención. “Ensayos randomizados y estudios observacionales, como el de Schweickert et al. (2009), mostraron mayor independencia funcional y menos días de ventilación con terapia física iniciada precozmente. Más recientemente, revisiones sistemáticas y metaanálisis (2023–2025) confirman que los protocolos estructurados de movilización temprana reducen la estancia en UCI y mejoran la movilidad y función”, señala Castillo.
En cuanto a las recomendaciones internacionales, el académico destaca el bundle ABCDEF / ICU Liberation, que integra manejo del dolor, despertar, pruebas de ventilación espontánea, prevención del delirium, ejercicio temprano y participación familiar. “Es el estándar que guía actualmente la implementación de la rehabilitación temprana. Además, guías europeas y nacionales recomiendan iniciar movilización dentro de las 72 horas, con criterios de seguridad y herramientas estandarizadas como IMS, FSS-ICU o DEMMI”, precisa.
“Pasamos de una mirada centrada solo en la supervivencia a una que busca prevenir el daño iatrogénico asociado a la inmovilización y la sedación excesiva. Hoy la meta es promover una recuperación funcional activa que impacte positivamente en la vida del paciente, incluso después del alta hospitalaria”, asegura Castillo sobre la evolución de la rehabilitación temprana en UCI.
El fortalecimiento de equipos de kinesiología intensiva y la integración del enfoque bundle han sido determinantes para este cambio. “Los kinesiólogos intensivistas lideran la implementación de estrategias de movilidad temprana, consolidando su rol como agentes clave dentro del equipo interdisciplinario”, agrega.
Para Castillo, el kinesiólogo cumple un rol articulador dentro del equipo interdisciplinario, coordinando con médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y nutricionistas.
“La rehabilitación temprana no es una tarea aislada. Es un proceso continuo y planificado, centrado en la persona. Su meta no es solo reducir el tiempo de hospitalización, sino preservar la funcionalidad y calidad de vida posterior al alta”, destaca.
Respecto a la realidad nacional, el académico afirma que la rehabilitación temprana puede y debe implementarse tanto en el sistema público como privado, aunque reconoce brechas relevantes:
“Las principales limitaciones son la falta de protocolos clínicos estructurados, el déficit de equipamiento y personal especializado, la cultura de sedación profunda y la resistencia organizacional. También se requiere liderazgo clínico para impulsar cambios y capacitación continua del equipo”, detalla.

“En Chile se ha fortalecido la cultura de movilización y actividad física en pacientes críticos, especialmente en centros con equipos de kinesiología intensiva consolidados. Cada vez se utilizan más medidas objetivas para evaluar función y estructura muscular, y hay mayor oferta de formación de postgrado en el área”, indica Felipe Castillo.
El académico enfatiza que la difusión de la evidencia científica y el respaldo institucional serán factores clave para consolidar esta práctica en todo el país. “La rehabilitación temprana no solo mejora la recuperación del paciente, sino también la eficiencia del sistema de salud”, concluye.
El Diplomado en Kinesiología y Rehabilitación en Unidad de Paciente Crítico está diseñado para fortalecer las competencias clínicas y científicas de los kinesiólogos que se desempeñan en unidades de cuidados intensivos, promoviendo el trabajo interdisciplinario, la implementación de protocolos basados en evidencia y la seguridad del paciente.